Mito 1: Para innovar se requiere de mucha inversión.
Realidad: Aunque los procesos de innovación y emprendimiento requieren de todo tipo de recursos, en las primeras etapas no se requiere de una gran inversión de capital económico. Esto es porque lo que realmente importa es que los procesos puedan apoyar a innovar rápido y a bajo costo. Esto se logra haciendo pequeñas pruebas de mercado, haciendo uso de herramientas gratuitas, validando si existe potencial de mercado y escalamiento del negocio.

Mito 2: Es indispensable aplicar una metodología y herramientas para innovar.
Realidad: Lo importante ante todo es saber escuchar y ser sensible a las necesidades del mercado y los clientes. Esto ayuda a encontrar soluciones creativas. Si bien es cierto, las metodologías y herramientas pueden facilitar o dar una guía, no se requiere de muchos conocimientos técnicos y especializados para hacer innovación.

Mito 3: Innovar solo es posible cuando se desarrolla o trabaja con tecnología.
Realidad: Existen diversas soluciones innovadoras que consisten en la incorporación o mejora de un método, crear una nueva estrategia comercial o diseñar un producto o servicios basado en la experiencia general del usuario para lograr la generación de experiencia “Wow” para sus clientes.

Mito 4: Ser creativo es ser innovador.
Realidad: La creatividad se enfoca principalmente en la generación de ideas y soluciones diferenciales y que aún no existen basadas en un reto o necesidad del mercado; pero hasta allí, es solo una idea. El ser innovador se consigue cuando esa idea se convierte en una oportunidad y luego en un modelo de negocio que sea factible. Las ideas deben ser trabajadas para que tengan la posibilidad de crear y capturar valor tanto para el mercado, como para la empresa.

Mito 5: Ya está todo creado, no hay dónde innovar.
Realidad: Siempre habrá fricciones y puntos de mejora por solucionar con nuestros clientes (sean internos o externos), todo radica en lograr escucharlos y observarlos cuidadosamente. De esta obsesión por los clientes es que surgen ideas que, al ser exploradas, revisar las tendencias y las soluciones actuales, pueden convertirse en una innovación.

Mito 6: La innovación es un proceso independiente y aislado.
Realidad: Se cree falsamente que, para dar espacio a la innovación, debe ser gestionada por áreas aisladas y en un proceso independiente. Al contrario, la innovación debe estar totalmente ligada y subordinada a la estrategia corporativa y los procesos centrales del negocio. Si la innovación no se integra a los procesos importantes como son los comerciales y operacionales, se pierden oportunidades para su desarrollo, tales como sinergias operativas, relaciones con la red de valor, entre otros.

Mito 7: La innovación es aleatoria.
Realidad: La innovación debe ser considerada como una disciplina y, como tal, puede ser adquirida, medible y gestionable en todos sus componentes. Si se aplica un método o proceso estructurado se puede hasta triplicar la tasa de éxito de innovación y multiplicar la cantidad y tamaño de las innovaciones.

Mito 8: La innovación solo se produce en laboratorios de I+D.
Realidad: Se cree que la innovación es solo responsabilidad de unos cuantos y, si se corre con la suerte de tener un Lab de I+D, ellos son los que deben dictar qué hacer en términos de innovación. Esto es erróneo. Si todos estamos pensando en el cómo mejorar y el cómo hacer la vida más sencilla de nuestro cliente y atentos a sus necesidades, podemos generar pequeños cambios que impacten significativamente en su experiencia.

Como hemos visto, los mitos no siempre tienen un fundamento válido; sin embargo, hacerlos conscientes nos permite tener la oportunidad de derribarlos y comenzar o continuar generando innovación.

En Getnet, tenemos obsesión por la tecnología y la innovación, siendo pilares estratégicos que nos guían e impactan en nuestra cultura.

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