Enero: Ponte nuevas metas y desafíos.
Lo que nos motiva a ser creativos e innovadores suele estar ligado siempre a un reto, problema o situación por solucionar. Por esto, ponerte retos nuevos y metas desafiantes te puede permitir generar buenas ideas (creatividad) y al tratar de llevarlas a cabo, puedes producir innovación.

Febrero: Comienza a usar una libreta y apunta en ella las cosas que encuentras interesantes.
Muchas ocasiones las mejores ideas vienen en momentos imprevistos o poco propicios para llevarlas a cabo. Tener contigo un lugar para anotarlas es clave para que, una vez estando en el lugar preciso, puedas retomar esas ideas y las puedas explorar a más detalle. Esto también te ayudará a no dejar que se escapen y las olvides.

Marzo: Haz de tus lugares de trabajo y de estudio sitios agradables.
La inspiración puede darse en cualquier ambiente, es mejor en ambientes que la favorecen. Crear un ambiente acogedor en tu oficina y lugar de estudio en tu casa puede ser fundamental para mantener tu enfoque creativo e innovador.

Abril: Prueba realizar cosas nuevas.
La rutina perjudica a la creatividad y la innovación, por ello, trata de probar cosas nuevas y empieza a desplazar hábitos que no te benefician y que anulan el pensamiento crítico. Te puedes inscribir a un curso nuevo, aprender un nuevo idioma, aprender un nuevo oficio e inclusive, aprender a tocar un instrumento musical. Esto te permitirá mejorar tanto tu concentración como encontrar experiencias interesantes que te permitirán resolver problemas de una forma distinta.

Mayo: Siente gusto por lo que haces y practica un hobbie.
Si te apasiona lo que haces, ya tienes un gran camino avanzado, en caso contrario, puedes desarrollar un hobbie complementario a tu profesión que te permita mantener la disposición y el ánimo que necesitas para desarrollar la creatividad y la innovación. Practicar algún tipo de hobbie o actividad que te guste, es clave para mantener el equilibrio y combatir los niveles de estrés que por una u otra razón siempre puedes tener. Con ello, podrás mantener el foco y la concentración que te dará la oportunidad de conservar el enfoque creativo e innovador.

Junio: Comparte las nuevas ideas y experiencias con tu círculo de confianza.
No hay nada más enriquecedor que la retroalimentación. Cuando compartes tus ideas con otros, ellos pueden aportarte nuevas perspectivas, adicional la experiencia de compartir tus pensamientos con la gente que te importa, te brindará satisfacción tanto personal como profesional.

Julio: Cuestiona todo, de todos… ¡siempre buscando mejorar!
Sin importar que se tenga un mecanismo de éxito sobre cómo hacer las cosas, debes tener presente que todo es susceptible de cuestionarse y mejorarse. Ahora, cuestionar todo no significa estar en contra de todo. Si no saber que todo lo que vemos que funcionan bien, puede ser susceptible de modificarse en pos de encontrar nuevas y mejores formas de hacer las cosas.

Agosto: Aprovecha los “tiempos muertos” en tu jornada.
Los tiempos de traslado para ir de un lugar a otro, o el que nos queda disponible durante el trabajo puede usarse para estimular tu creatividad e innovación. Puedes escuchar audiolibros, podcast, hacer una lectura corta, actividad lúdica o inclusive usarlos para relajarte. Aprovechar estos tiempos te permitirá tener más herramientas al momento de afrontar situaciones donde tengas que generar ideas o generar innovación.

Septiembre: Toma en cuenta otros puntos de vista siempre.
Algo que cierra la puerta a la creatividad y la innovación es creer que eres el experto en un tema o que sabes todo por tener un alto grado de expertise. Escuchar a los demás te permitirá explorar otro tipo de experiencias que puedan aportar nuevas ideas y enfoques que ayuden a generar las tuyas.

Octubre: Reserva espacios para reflexionar y estar solo.
Para poder mejorar, la reflexión es vital. Por ello, trata de aislarte y permanecer al margen del ruido del entorno. Es recomendable para esto reservar algunos espacios semanales o mensuales para aislarte y estar, por ejemplo, en contacto con la naturaleza mientras meditas y reflexionas. Esto te ayudará a mantenerte en equilibrio y tener claridad mental para afrontar los retos con nuevas ideas.

Noviembre: Juega y juega mucho.
Los juegos, ya sean de estrategia o tradicionales e incluso las aplicaciones diseñadas para estimular y mejorar el rendimiento mental, son buenas herramientas para ser usadas en los momentos de ocio que destines para distraerte. Es importante dedicar tiempo al ocio durante tu jornada para restablecer tanto tu energía como focalizarte nuevamente en alguna otra tarea.

Diciembre: Escucha música nueva.
Una de las más comunes formas de creación, es la música. Escuchar la música que nos gusta favorece la relajación y genera bienestar. Escuchar música nueva te permitirá acercarte a diferentes formas de creación que permitirán enriquecer tanto tu cultura musical como tus experiencias auditivas. No es necesario explorar la música que no te gusta, pero puedes escuchar géneros similares a los que te gustan.